Espectros modernos con Víctor Balcells

La primera vez que escuché a Víctor Balcells hablar de sus imaginaciones tecno-esotéricas, de su ciencia ficción del pasado, como él mismo la nombra, fue en el podcast Ciberlocutorio, de Andrea Gummes y Anna Pacheco. De Víctor me enamoró la forma serena de hablar, el sentido del humor que tiene y la resonancia de los temas que le interesan, que son bastante similares a los que me interesan a mí.

Cuando Víctor describió El Halo, la fuerza antagónica en su novela Discotecas por fuera, supe que tenía que leerlo. Según el autor, El Halo es una infección que se disemina a través de Internet, proveniente, entre otras cosas, de la cercenación de los cuerpos en los encuadres pornográficos. Cuando esta enfermedad virtual contagia a alguien, lo convierte en un NPC. Para quienes no lo sepan, los NPC (Non Playable Characters) son todos los personajes en un videojuego que no son protagónicos, es decir, todos los personajes que el jugador no puede controlar desde una primera persona. Los NPC andan por el mundo virtual del videojuego como máquinas repetitivas y sus líneas de diálogo suelen ser basureros de exposición, nada más. Pues bien, El Halo, cuando se mete bajo la piel de alguien, lo transforma en eso: en un NPC del mundo “real”.

Existe una teoría conspirativa surgida en Reddit que se llama, precisamente, Teoría NPC. Sostiene que gran parte de la población humana está compuesta de personas sin alma, que dan vueltas sobre sus propios ejes descentrados, para servir de paisaje a los verdaderos Player 1. Balcells extrajo de Reddit y de 4chan la esencia narrativa de gran cantidad de teorías conspirativas, típicas de cripto bros y de gente del club de las cinco de la mañana, para usarlas en su novela. En el episodio de Ciberlocutorio, Balcells confesó también que suele consumir tendencias Incel como las estupideces de #NoFap y otras por el estilo, pues en muchos casos las encuentra fascinantes y de gran calidad literaria. Así que El Halo, el espectro antagónico de Discotecas por fuera, es una criatura ficcional que surge, claramente, de un “sustrato internetil”.

Durante este mismo episodio de Ciberlocutorio, Anna Pacheco le pregunta a Víctor Balcells si cree que algo como El Halo podría existir. Él le responde que para él, El Halo es una realidad. Por eso, insiste, su ciencia ficción es una que ya ha sido consumada. No es especulación lo que escribe, sino un recuento autoficcional de lo ya sucedido.

Discotecas por fuera, además de ser una hibridación de retro futurismo de corto plazo con fantasía esotérica, también es una autoficción. El protagonista, quien se llama Víctor como el autor, es un escritor SEO, como también lo es el autor. Explico una vez más la jerga de Internet para quienes estén perdidos. Los escritores SEO son aquellos que se encargan de indexar las páginas web, a través de ciertas formas de escritura y del uso de sustantivos claves, en los principales motores de búsqueda, como Google. Son posicionadores de webs, para ponerlo más simple.

Víctor, el personaje de Discotecas por fuera, el escritor SEO fracasado, ha terminado recientemente con su novia, Ur. Este evento disparador lo saca del apartamento que comparte con ella, y lo lleva a buscar apoyo en una de sus amigas de infancia, Ju, con quien hace mucho tiempo no habla. Ju le ofrece una habitación en su piso, al menos mientras resuelve sus asuntos. Ella también es escritora SEO y posiciona páginas sobre maternidad, además vive con otro roomie, Malcolm, quien también posiciona páginas, pero en este caso de pornografía. El código realista de la novela se rompe una noche en la que se encienden las alarmas cibernéticas de la casa. Según le dicen Ju y Malcolm, El Halo ha intentado infiltrar el apartamento. Desde entonces, Víctor se ve arrastrado a un submundo de hackers clandestinos que enfrentan a esta entidad usando antiguos conocimientos alquímicos y las armas propias del pensamiento siglo veintero, en especial las producidas por la antipsiquiatría y las filosofías del segundo decalustro.

Si ganan o no, parece irrelevante. El Halo es la victoria en sí misma, es la consumación de un deseo que no se agota, es la posibilidad de transformar todo aquello que no es renovable, como el cariño que Ur sentía por Víctor, en algo infinito y cancerígeno. En últimas, El Halo es lo humano, El Halo es la entidad extraterrestre que llegó al planeta a través de nuestras mentes, de nuestras redes, de nuestra tecnología, para arrasar con todo, para arrasar con el deseo mismo de arrasar con todo. 

Cuando terminé de leer Discotecas por fuera, vi algunos de los videos en el canal de Youtube de Víctor y terminé de obsesionarme con él y su obra. El tipo, además de hablar suavecito, de decir cosas interesantísimas, de performar una timidez calculada, es bastante guapo. Dejo aquí uno de los videos que más me han gustado del canal de Youtube de Víctor para que así se animen a leer Discotecas por fuera, una novela contemporánea importante y bastante entretenida, una especie de videojuego anfibio y literario que ocurre dentro de Internet y en aquellos resquicios del afuera que todavía no han sido devorados por El Halo.